CapitAltruismo

EL CAPITALTRUISMO

Suena a capitalismo y suena a altruismo, entonces… ¿que es eso?
Por si mismos ambos conceptos son antónimos y completamente alejados en lo que a su significado se refiere. Pero como muchas cosas en esta vida los polos extremadamente opuestos pueden llegar a converger en un punto.
Para no aburriros con definiciones excesivamente técnicas y precisas podemos decir que el capitalismo es un sistema social y económico basado en el egoísmo individualista del ser humano, en el que cada cual se busca la vida para enriquecerse y vivir de la mejor manera posible adquiriendo para ello, los productos en un mercado de consumo.
Este es el sistema de mercado que mejor se adapta al ser humano, descendiente del mismo árbol que el mono cabroncete, ladronzuelo y egoísta. Por esta razón el sistema capitalista acaba triunfando en cualquier sociedad con permiso para decidir por si misma. Si fuéramos delfines, lagartijas o abejas, quizás la generalidad se sentiría más cómoda disfrutando de otro tipo de sistema económico más comunitario o solidario.
El altruismo, por el contrario, se podría definir como la capacidad de ayudar sin esperar nada a cambio. Evidentemente esta capacidad no abunda en la sociedad humana, como hemos dicho anteriormente con esencia genética capitalista y egoísta.
Claramente ambos conceptos son contradictorios y es un «oxímoron» (no es un pokemon) intentar apretujarlas en una misma frase.
Pues bien, hay personas que albergan en su forma de ser esa rara necesidad de ayudar de manera práctica y activa a una causa determinada susceptible de necesitar tal ayuda.
Habitualmente las ONGs suelen ser las beneficiarias directas de los buenos sentimientos de estas personas las cuales más allá de comentar su empatía de boquilla hacia una causa, hacen un sacrificio real por ayudar.
El Capitaltruismo podría definirse como la actividad económica capitalista cuyo objetivo es el de enriquecer a estas ONG’s para el beneficio de los más necesitados.
Y esto nos lleva al terreno en el que me muevo, y desde el que tu me lees, Internet.
Considero que sería justo y solidario extender la idea de la creación de páginas web administradas por diferentes personas con motivaciones altruistas.
Estas páginas podrían ofrecer al público servicios de diferentes naturalezas (sobre todo on-line como contenidos audiovisuales, asesoramiento, noticias…etc), y en lugar de cobrar directamente por estos servicios se exigiría la prueba de que el «cliente» ha efectuado un donativo a una ONG dedicada a alguna causa justa y por supuesto, sin ánimo de lucro.
La primera ventaja sería para el propio «cliente» que disfruta de los servicios sin pagar impuestos y puede desgravarse el donativo en la declaración de la renta.
Otra ventaja sería que al no cobrar por los servicios ofrecidos, confeccionar estas páginas y administrarlas no supondría gasto ni responsabilidad fiscal alguna, puesto que los responsables de la página no reciben el dinero (sólo comprueban que el donativo se ha efectuado) y no requiere la creación de una sociedad ni alta en ningún tipo de actividad.
La tercera ventaja es que los gastos del mantenimiento de las páginas (dominio, servidor…) podría cubrirse perfectamente con el dinero derivado de banners y anuncios colocados en las mismas páginas.
Por tanto, a grandes rasgos todos ganan: El usuario recibe un servicio sin pagar impuestos y obtiene la complacencia y el agradable sentimiento de haber ayudado a la ONG que más estima. Además se beneficia fiscalmente en la declaración de la renta por haber efectuado un donativo. Los administradores de la web por saber que el fruto de su trabajo irá destinado a una de las ONGs que han elegido colocar en la página que mantienen. El servidor cobrará religiosamente sus servicios directamente de los anunciantes. Finalmente la ONG recaudará un donativo que de otro modo de seguro no lo habría recibido de ese usuario «cliente».
Otro ejemplos de prácticas Capitaltruistas:

Un fontanero se siente especialmente identificado con la causa de la lucha contra el cáncer por haber sufrido el reciente fallecimiento de un hijo a manos de esa enfermedad.
Este trabajador autónomo desea ayudar con su trabajo a una ONG que conoce, dedicada a la investigación sobre el cáncer.
Decidido a ayudar, ofrece a un cliente un 50% de descuento en la mano de obra de un trabajo que ha realizado. A cambio de ese descuento el cliente se compromete a efectuar una donación a la ONG que el fontanero le propone por un importe como mínimo de ese 50% descontado. De esta forma el cliente se ahorra el 21% de IVA del importe descontado y además obtiene una deducción fiscal del 25% por ese mismo importe que ha donado.

En esta situación todos ganan excepto quizá, los políticos encargados de gestionar el dinero que nos cobran con los impuestos (porque ya lo dice el refrán: quien parte y reparte…).

Más ideas Capitaltruistas:

– Aprovechar las recientes y tolerantes leyes existentes en nuestro país respecto al juego para organizar jornadas de póker, eventos en casinos, bingos, loterías destinando un porcentaje a la ONG que el ganador decida, o entre las propuestas por la organización del evento.

– Crear un carnet de «Altruísta» con diferentes grados (altruista de PLATA, altruista GOLD, altruista PLATINUM… etc)  según se determine el nivel de implicación de la persona en las diferentes causas filantrópicas. Este grado se calculará dividiendo la suma de todos los donativos efectuados a ONGs en un año entre la renta anual que perciba la persona donante. Quien disponga de este carnet (y en base al grado de implicación altruista) dispondrá de grandes ventajas comerciales en  establecimientos y empresas asociadas a la red.

– El «DONO-BONO» consiste en la creación de un sitio web en el cual se registrarán tanto ONGs como empresas y profesionales que desean adoptar este sistema de economía altruista en beneficio de todos. La página web emitirá, para las empresas y autónomos, unos talonarios de certificados (bonos) sellados por las diferentes ONGs que dispondrán de una numeración específica. Las empresas ofrecerán estos certificados de donación a sus clientes a cambio de un descuento significativo, explicando las grandes ventajas para el cliente que conlleva efectuar el pago de esta forma. Posteriormente las empresas ingresarán el dinero aportado por el cliente en la cuenta de la ONG determinada (al ser un bono, pueden haber adelantado previamente este dinero). El cliente podrá acceder a la página web e introducir el número de su certificado para comprobar que efectivamente,  el dinero que ha aportado ha sido recibido por la ONG de manos de la empresa.

Sé que es una simple idea, quizás algo utópica, pero creo que no hace mal a nadie el comentarla.
De momento yo estoy pensando en condicionar el acceso a algún post cuyo contenido pueda ser de alto interés con la demostración de haber efectuado un donativo y ubicar en alguna esquina de esta página web un enlace para que, quien lo desee, pueda ayudar a mis ONGs preferidas.

 

Rafa.